
El arte a tu alcance
De camino al centro de la ciudad en su flamante coche, llevada por su servicial chófer, la señora aún recuerda el triunfo de la noche pasada. Disfruta pensando en las caras de admiración y de envidia de sus invitados cuando les mostró su nueva adquisición, esa cajita con diez libros de pequeño formato dedicadas a sendos genios de la historia del arte. «Qué lujo, chica. Aquí están todos», le dijo una amiga: «Leonardo, Miguel Ángel, Velázquez… ¡ah! Y mi favorito, ¡Van Gogh! ¿Cómo dices que se llama esta colección?» La señora tomó la cajita en sus manos y la elevó frente a los ojos de su amiga como quien presume de un diamante. «Art Gallery» dijo con afectado acento inglés.
El coche se detiene en un semáforo y la señora se distrae mirando a través de la ventanilla, observando con una mezcla de curiosidad y condescendencia el quehacer diario de los asalariados anónimos que pueblan la Gran Vía. De pronto algo le llama la atención. Hay un señor sentado en un banco que tiene entre las manos un ejemplar del libro de Velázquez. ¿Cómo es posible? Lo habrá robado, piensa. El coche se pone en marcha, y al doblar una esquina ve a una pareja de jóvenes hablando efusivamente. Cuando el coche pasa a su lado, ve que la discusión gira en torno a un pequeño libro. No me lo puedo creer, piensa la señora al comprobar que se trata de un ejemplar de Leonardo da Vinci. Está empezando a sudar cuando el coche se detiene en un paso de cebra. Al cruzar la calle una chica joven con pinchos y chupa de cuero, la señora cree que ha visto un fantasma: eso que asoma por el bolsillo de la chaqueta de la joven, ¡¿no será un ejemplar del libro de Goya?! El coche arranca de nuevo y la señora se siente mareada. Baja la ventanilla para tomar aire y es entonces cuando ve con horror la cajita expuesta en el escaparate de una librería. «Art Gallery. Una caja: 10 pintores, 1000 pinturas. Sólo $39.95».



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