
El arte del calzado
Aparte de observar el calzado por su comodidad o elegancia, los contemporáneos rara vez se interesan en este objeto tan necesario para la vida cotidiana. Sin embargo, el calzado tiene considerable importancia en la historia de la civilización y del arte. Al perder el contacto con la naturaleza, perdimos de vista el significado profundo del calzado. Al renovar este contacto, particularmente a través de los deportes, empezamos a redescubrir este significado.

500 a.C. Museo del Agora, Atenas.
El calzado para esquiar, hacer excursiones, cazar, para jugar fútbol, tenis o equitación es una herramienta indispensable que se elige cuidadosamente y que siempre es revelador de la actividad y el buen gusto de su dueño. Siglos atrás, cuando el clima, la vegetación y la condición del suelo determinaban de una manera mas directa la actividad humana , cuando casi todas las tareas implicaban un esfuerzo físico, el calzado tenía, para todos, una importancia que hoy solo tiene para unos pocos. No utilizamos el mismo calzado en la nieve que en el trópico, en el bosque que en la estepa, en los pantanos que en las montañas, cuando trabajamos, cazamos o pescamos.

Museo Internacional del Calzado, Romans.
Por este motivo, el calzado da indicios valiosos sobre los hábitat y estilos de vida. Antes, en sociedades muy jerárquicas, organizadas por castas u órdenes, la vestimenta era determinante. Princesas, burgueses, soldados, clero y servidumbre se diferenciaban por su atuendo. El calzado revelaba, de una manera menos explicita pero con mayor exactitud que el sombrero, el origen social de quién lo llevaba; era un signo de identidad,: al igual que el anillo que se desliza suavemente en el dedo más fino, la “zapatilla de cristal” sólo le vendrá a la bella más exquisita. El calzado nos transmite su mensaje por medio de las tradiciones que se le imponen y le condicionan.

Museo Internacional del Calzado, Romans.
Nos enseña las deformaciones que se hacían a los pies de las mujeres chinas y nos muestra cómo, en la India, mediante la conservación de sus descomunales botas, los jinetes nómadas del Norte buscaban gobernar su región; nos damos cuenta de que las sandalias evocan los baños turcos, mientras que las babuchas recuerdan el precepto islámico de no entrar a lugares sagrados con los pies cubiertos. En ocasiones el calzado adquiere un valor simbólico en algún ritual o esta ligado a un acontecimiento crucial de la existencia.

Museo Internacional del Calzado, Romans.
Se dice que el propósito de los tacones altos era hacer más alta a la mujer el día de su boda como un recordatorio de que era la única ocasión en que dominaría a su cónyuge. Las botas del chamán se decoraban con pieles y huesos de animales para emular al venado, ya que bajo este carácter podía recorrer el mundo de los espíritus. Somos lo que portamos. Si para ascender a una vida superior es necesario decorar la testa, tratándose de la libertad de movimiento son los pies los que merecen adorno. Atenea usaba calzado de oro; Hermes usaba sandalias aladas.

y cordones con borlas. Suela de piel, con tacón revestido. Realizado por
Pinet, París, c. 1897. Colección Guillen, Museo Internacional del Calzado,Romans.
Perseo, queriendo volar, acudió a las ninfas en busca de sandalias con alas. Los cuentos hacen eco a la mitología. Las botas de siete leguas que se expandían o se encogían para así ajustarse al ogro o a Pulgarcito, permitiéndoles a ambos recorrer todo el Universo. “Sólo tiene que fabricarme un par de botas”, dijo el Gato con Botas a su dueño, “y verá que no esta tan mal dotado como piensa”. ¿Sirve el calzado, entonces, para dar trascendencia a los pies, a menudo considerados la parte más modesta y la menos favorecida del cuerpo humano? En ocasiones, sin duda, pero no siempre. El pie descalzo no siempre está lejos de lo sagrado,que es capaz de transferir al calzado.

Museo Internacional del Calzado, Romans.
Quienes suplican o veneran están constantemente arrojándose a los pies de los otros; son los pies de los hombres los que dejan un rastro en suelos húmedos o polvorientos, a menudo el único testigo de su paso. Accesorio específico, el calzado puede servir en ocasiones para representar a quien lo portó, quien ya no está, de quien no osamos dibujar los rasgos; el ejemplo más característico es el ofrecido por el budismo primitivo evocando la imagen de su fundador por un asiento o huella del pie. Construidos en los materiales más diversos, de piel, madera, tela o paja, con adornos o sin ellos, el calzado por su forma y decorado se convierte en una obra de arte.
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